jueves, 30 de septiembre de 2010

El té


EL TÉ
¿Qué es el té?
Antes de hablar del té, hay que esclarecer una confusión muy común: en algunos países (de los cuales México) el significado se ha extrapolado y se le llama té a cualquier infusión hecha con agua caliente, ya sea de hierbas, flor o fruto. Este es un error, para llamarse té la infusión debe de hacerse con las hojas de un arbusto llamado Camelia Sinensis. Las otras infusiones (manzanilla, hierbabuena, limón etc.. ) son en realidad tisanas.
El té es la bebida más consumida en el mundo después del agua.
Un poco de historia:
El té se cultiva en China desde hace unos 2500 años, por lo tanto se considera la cuna de esta planta. Hasta la dinastía Ming, se elaboraba únicamente té verde. Sólo cuando el producto tuvo que viajar largas distancias, los agricultores chinos desarrollaron el té negro fermentado (para que se conservara más tiempo). Los chinos mantuvieron el monopolio del té hasta que, entre los años 520 y 800 d.C. los monjes budistas se lo llevaron a Japón. En los monasterios los monjes lo tomaban como estimulante para la meditación.
Marco Polo puso a Europa en antecedentes sobre el té en las crónicas sobre sus viajes a China pero nadie le hizo caso. El comercio del té empezó cuando en 1610 los holandeses lo llevaron a Amsterdam . Desde Holanda el comercio del té se extendió rápidamente a Italia, Francia, Alemania, Portugal e Inglaterra. A Rusia se exportó desde China a través de la ruta de la seda por medio de caravanas. Los ingleses fueron y son en Europa los verdaderos enamorados, amantes y adictos al té. Durante el siglo XVIII el té se convirtió en la bebida más popular de Gran Bretaña, llegando a substituir a la cerveza y a la ginebra. Lo volvieron institucional y una de las costumbres más respetadas y arraigadas en Inglaterra es el tea time, el five o´clock tea, o el early morning tea.
Las distintas variedades de té:
Todas las variedades de té vienen de la misma planta, la diferencia radica en aromatizado y prensado) y las múltiples variedades existentes dentro de cada categoría, que suman más de 3000 tés de todo el mundo son el resultado de los diferentes métodos de elaboración de la planta.
El té blanco se elabora sólo con los brotes blancos y las puntas de hojas plateadas y muy tiernas. Durante mucho tiempo, en China, el té blanco estuvo reservado al emperador y su corte.
Té verde: Las mejores variedades de té verde se elaboran aprovechando sólo las dos primeras hojas y el brote. La elaboración se inicia al dejar secar las hojas recién cogidas, a la que después se aplica un tratamiento de calor para detener la fermentación que provocaría la descomposición de la hoja.
Té negro: El tratamiento clásico de las hojas de té recolectadas para la obtención de té negro se desarrolla en cuatro pasos: marchitado, enrollado, fermentación y secado. Tras el secado se realiza la selección de las hojas para separar los diferentes tamaños de hoja: esta graduación se basa sólo en el tamaño de los trozos de hoja: té de hoja o de hoja entera, té broken de hojas rotas, fannings que son los trocitos que quedan después de tamizar las hojas mecánicamente, dust que se aplica a la molienda más pequeña y se usa para las bolsas de té.
Té Oolong es un té semifermentado que se elabora principalmente en China y en Taiwan.
Té Pu-Erh: Este té verde preparado con la tierna cosecha primaveral, se somete en primer lugar a la acción del vapor y después se trata con cultivos de hongos siguiendo un proceso especial de adición de microorganismos. El té Pu-Erh rojo se elabora con la cesecha de verano de la misma manera que el verde. Los tés Pu-Erh se venden por sus propiedades medicinales y se cree que son excelentes para la digestión y los niveles altos de colesterol.
Tés aromatizados: Tanto los tés verdes, como los Oolongs o los negros se usan para elaborar tés aromatizados. Los aromas adicionados se mezclan con la hoja procesada como un paso final antes de envasar el té. Ejemplos: té de jazmín en donde al té verde o negro se le añaden flores de jazmín enteras, o cuando se mezclan pétalos de rosa en el caso del “Rose Pouchong”. Los tés con aromas de fruta se suelen elaborar mezclando los aceites esenciales de la fruta con el té procesado. Es el caso del “Earl Grey” (mi favorito) con esencia de bergamota -una especie de naranja.
Tés prensados: Son tés presentados en forma de pastillas prensadas o en forma de bolas.

El té y la salud:
Siempre se ha considerado que el té tiene numerosos efectos para la salud, y las últimas investigaciones en este campo lo han confirmado. La ventaja más obvia radica en el hecho de tratarse de un producto totalmente natural. Sin colorantes conservantes ni aromas artificiales, además no tiene calorías y puede desempeñar un importante papel en el equilibrio de los fluidos corporales.
El té contiene fluoruro, por lo que protege el esmalte dental y reduce la formación de sarro, ya que controla las bacterias bucales. De este modo actúa como defensa contra las enfermedades de las encías.
Investigaciones indican que el consumo de té negro y verde puede reducir el riesgo de cáncer, en especial el de pulmón, colón y piel. Se cree que el té negro contiene sustancias que pueden tener un efecto antioxidante que ayuda a prevenir la formación de sustancias carcinógenas en las células del organismo.
Diversos programas recientes de investigación apuntan a los posibles efectos beneficiosos del té en la prevención de enfermedades del corazón, infartos y trombosis. Se cree que la cafeína del té estimula la actividad del corazón y del sistema circulatorio, y que ayuda a mantener la flexibilidad de los vasos sanguíneos, con lo que se reducen las probabilidades de que aparezca arteriosclerosis (endurecimiento de las arterias). También se cree que los polifenoles del té inhiben la absorción de colesterol en la sangre y previenen la formación de coágulos. Estimula los jugos digestivos y el metabolismo, incluyendo los riñones y el hígado, y así ayuda a eliminar toxinas y otras sustancias no deseadas del organismo.
Con razón en 1211, el monje budista Eisai lo describió como una “medicina que prolonga la vida”.

Conclusión:
El té es mucho más que una infusión que se toma caliente. El té es cultura, es historia. Una historia larga y dinámica, en ocasiones convulsa. A causa del té se han desencadenado guerras. Ante una taza de té se han tomado a menudo decisiones cruciales para la historia de la humanidad: han sido derrocados emperadores y reyes, se han firmado tratados de paz y declaraciones de guerra.

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